Relación Intermitente
Hoy en día existen numerosos calificativos con el que solemos nombrar los tipos de relación de pareja, o incluso a las relaciones amistosas.
- Relación esporádica.
- Relación calculada.
- Relación variable
- Relación intermitente, que es la que vamos a describir hoy y otros muchos tipos más.
Cada relación nombrada tienes formas y fondos completamente diferentes, aunque sostengan algún matiz que se les identifique por igual.
¿Qué tipo de Relación es una Relación Intermitente?
Se trata de una relación de pareja en la que ambos o uno de ellos, interrumpen la relación por algún motivo, e incluso, en ocasiones por ninguno, para luego regresar.
- Cuando se interrumpe por algún motivo, la mayoría de las veces es porque no saben solucionar este.
- La inmadurez domina a la pareja y eligen darse un tiempo para reflexionar.
- Algunas veces no existe motivo real para interrumpir, pero lo hacen, sin razón . Simplemente hay un desgaste emocional.
Este tipo de relaciones conlleva el querer continuar juntos tras un tiempo de separación; a regresar con la pareja, con el riesgo que supone y un desgaste emocional importante en la relación; la factura emocional llegará tarde o temprano.
- Sin duda existe dependencia emocional, y a la larga es una verdadera angustia.
Como en casi todo, esto nos lleva a ejercer en nuestro interior, una especie de duelo, con fases similares a cualquier otro tipo de duelo.
- Oposición: no se está de acuerdo y uno de la pareja no quiere ver la realidad, actuando como si no hubiera pasado nada. Cuando esto se niega, entramos en otras fases:
- Furia: una fase en la que ambos se atribuyen mutuamente del desastre de la relación, de las dificultades y de por qué no ha funcionado. Una etapa en la que solo se recuerda lo malo y en el que se ve a la que fue pareja con enfado.
- Dolor: es aquí cuando, después de perder el control por una emoción muy fuerte, surge otra. Nos detiene y permite recordar los buenos tiempos y sentir nostalgia, ya que estos quedaron en el pasado.
- Negociamos: intentamos volver con la pareja y, en las relaciones intermitentes, a veces se consiguen. El dolor nos recuerda lo mucho que mereció la pena lo vivido. Y, por ello nos damos una nueva oportunidad. Negándonos a renunciar a esa relación.
- Aceptación: esta sería otra fase, tal vez la última. Hay que admitir que la relación no funciona y que siempre que surge una nueva oportunidad se puede predecir otro fracaso. Por lo tanto, lo más sabio y saludable para los miembros de la relación es romper definitivamente.
Pero, esto no se acepta . Ninguno de los dos quiere aceptar que su relación ha llegado al final. Y en la fase de negociación se llega a acordar darse otra oportunidad, si surgen desavenencias.
¿Qué causa que nuestra relación se rompa y se reanude de nuevo?
- Nuestra personalidad y la de nuestra pareja chocan, en más de un aspecto.
Diferentes perspectivas sobre la vida u otros objetivos no pueden ser los mismos .(uno quiere vivir en una ciudad, otro quedarse en su ciudad natal). Las promesas de cambio y los intentos por pretender complacer al otro resultarán imposibles y no darán sus frutos.
- Si se trata de un problema debido a que ambos trabajan juntos o hay hijos. El estrés puede ser una causa. Y habrá que ver cómo gestionar la situación correctamente. Buscar ayuda profesional o acudir a terapia de pareja es importante.
- Las promesas de cambio pueden ser trampas, un tiempo de manipulación que nos llevará a una prolongación de una relación dañada y dolorosa.
Este tipo de relación es una verdadera tortura. Por eso, tenemos que ver dónde está el problema. Si estamos dándonos oportunidades que no sirven para nada o si, por el contrario, tenemos que aprender a gestionar mejor algún aspecto de nuestras vidas.
Es normal tener crisis de pareja, pero no es normal romper y volver, y así sucesivamente. Se pasan por muchos pequeños duelos que afectan a los miembros de la relación y que desgastan su vínculo. Ignorando cuál es la raíz del verdadero problema.
Las relaciones intermitentes manifiestan esa imposibilidad de vivir sin el otro, de hacer la vida sin él. Parece que cuesta soltar a esa persona y que forzamos un nuevo inicio de relación. Como si pudiésemos empezar de cero cuando en realidad no es así.
¿Estás en un relación intermitente?
Signos que te pueden ayudar a ver:
- ¿Sientes que hay poca comunicación?
- ¿Estás con alguien que cuando estáis juntos, todo va bien , pero luego su interés por ti disminuye?
- ¿Tienes una relación con alguien en la que sientes que eres tú quien lleva la voz cantante?
- ¿Sientes que hay algo que no está claro en la relación?
- ¿Hallas incoherencias y cosas que no te concuerdan?
- ¿A pesar de que solo te hace caso de vez en cuando, sigues insistiendo?
- ¿Estás con una persona que no quiere nada serio contigo, pero tampoco te deja ir?
Si has respondido SÍ en alguna o algunas de estas preguntas, podría ser que te encontraras dentro de una relación intermitente. Encontrar a alguien que quiera lo mismo que tú y al mismo ritmo, es muy difícil. Si ya es complicado coincidir en gustaros, imagínate si encima tenéis que buscar y querer lo mismo.
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