El tarot desde el año XV constituye una herramienta que ha sido utilizada para interpretar acontecimientos del pasado, presente o futuro a través de un intérprete o en este caso vidente que ha estudiado para ello, por ende se encuentra calificado.
Este vidente se encarga de darle un sentido a las cartas según su posición y forma de aparecer en la tirada de la persona que decide consultarse mediante el tarot. También se rumoraba por esas épocas que el tarot había sido utilizado por el ocultismo o Cábala, esto con la finalidad de saber misterios y eventos de la religión Cristiana o Judía.
Origen e Historia del Tarot
Si bien a ciencia cierta no se tiene una fecha exacta de la aparición de las cartas del tarot como predicción del futuro, existen diversas variaciones en la fecha en la que fueron vistas las cartas del tarot. Todo empezó por la confusión entre los naipes y el tarot originario de Italia por el Duque Milán.
Los Naipes fueron incorporados en España en el año de 1310 cuando a los Españoles se les sancionó cualquier juego de cartas al azar. Los naipes se les dió como denominación de “arcanos menores” y consta de 56 cartas de distintas figuras como: mazos, monedas, copas etc. Ya para el año 1377 la lectura del tarot personalizada se encontraba recorriendo toda Europa.
Posterior a este primer encuentro con los arcanos menores, hubo una aparición de cartas determinado como los arcanos mayores, estos eran un mazo de cartas lujoso y descriptivo donde tenían figuras emblemáticas. Constaba de un mazo de 77 cartas donde 21 de ellas tenía mayor relevancia. Sigue leyendo sobre los Arcanos del tarot.
La dinámica de esta lectura era simple, la persona consultante tomaba una carta del mazo y esta sería interpretada por el vidente según su posición y forma de aparición. Así sucesivamente con las próximas cartas restantes.
Gracias a la incorporación de las cartas del Duque Milán la lectura del tarot se fue esparciendo por países como: Alemania, Francia, Bélgica y alrededores de Europa.